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El BCE mantiene el Euribor en mínimos, pero en España no se nota
Las cláusulas suelo impedirán a casi cuatro millones de familias hipotecadas beneficiarse de un Euribor que cierra 2012 en el 0,55% mientras el 'suelo' medio es de aproximadamente el 3,75%. Frente al intento del BCE de estimular la economía vía intereses, la banca española lleva otra idea; los elevados diferenciales que está imponiendo la banca en las hipotecas, los excesivos intereses de demora, la dificultad para acceder al crédito que tienen cientos de miles de familias y otros muchos factores harán que, en 2013, continúe la sangría de embargos hipotecarios.
El Euribor cierra diciembre en un nuevo mínimo histórico, esta vez en el 0,55%. De esta manera la cuota de una hipoteca contratada hace un año por un importe medio de 150.000 euros, con un plazo de amortización de 25 años, se verá reducida, en teoría, en más de 100 euros al mes o más de 1.200 euros al año. Además el Euribor ha marcado su sexto mínimo histórico del año y acumula 13 meses consecutivos de descensos, los cuatro últimos por debajo del precio oficial del dinero en la zona del euro (0,75 %). Sin embargo este descenso acumulado no supondrá, en modo alguno, un frenazo en los desalojos de vivienda habitual. Los infernales procesos de ejecución hipotecaria seguirán adelante en 2013, y seguramente de manera más masiva. ¿Por qué? Hay varios factores clave que influyen en ello.
Uno de ellos es la existencia de abusivas cláusulas suelo en alrededor de cuatro millones de hipotecas en nuestro país, con límites a las bajadas del Euribor que, de media, se sitúan en el 3,75%. Otro de estos factores son los desmesurados intereses de demora, que alcanzan hasta el 29% según ha detectado ADICAE lo que hace que, una vez que se empieza a no pagar la hipoteca es muy difícil recuperarse. Y un tercer factor es el encarecimiento de los tipos de interés en las hipotecas, que alcanza el 4,33% según el INE, un 3,4% más que en octubre de 2011.
El Gobierno debería tomar cartas en el asunto y erradicar de raíz tanto las cláusulas suelo -declarándolas abusivas por ley- y regular los intereses de demora para que incurrir en un primer impago no signifique entrar en una espiral de deudas de la que sea prácticamente imposible salir. También se deberían regular los diferenciales exigidos en las hipotecas, y más teniendo en cuenta que el tipo de interés del Banco Central Europeo está actualmente tan bajo.